19 de enero de 2013

ARGENTINA Y ESPAÑA - CRISIS Y SALUD : LA CRISIS ECONÓMICA ESPAÑOLA Y TAMBIÉN LA ARGENTINA PERJUDICAN LA SALUD DE LA POBLACIÓN





19/01/2013


La crisis económica perjudica seriamente la salud de europeos y argentinos


Por Cristina Garrido desde Madrid 


La actual situación económica favorece la depresión y la obesidad y disminuye el deseo sexual


abc


Las preocupaciones propias de la crisis afectan especialmente a la salud mental


Mareos, nervios, hormigueos, falta de aire, insomnio...

Si últimamente ha experimentado alguno de estos síntomas y no sabe muy bien a qué achacarlo puede que detrás de todo esté la crisis.

Sí, ha leído bien.

La situación de desempleo, la falta de recursos o la incertidumbre ante la posibilidad de perder el puesto de trabajo está provocando un aumento de los trastornos psicosomáticos, los problemas de salud mental y una alimentación menos cuidada. 

«Lo que más ha crecido en las consultas son los casos de ansiedad y depresión», asegura a ABC la doctora Mercedes Abizanda, médico de familia y Presidenta de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria Semergen de Cataluña.

Una situación que no hay que minusvalorar puesto que, como advierte la doctora, el estrés provoca cambios en el sistema nervioso y hormonal que pueden acabar afectando al sistema cardiovascular e inmunológico.

«Si el estrés se cronifica hay mayor riesgo de infecciones, diabetes, hipertensión, infartos...», avisa.

No en vano, un reciente estudio de la Universidad de Duke, en EE.UU., asociaba estar en paro (desempleo) con un mayor riesgo de ataque al corazón. 

Entre 2006 y 2010, aumentaron en un 19 % los pacientes que acudieron a una consulta de Atención Primaria por depresión, por trastornos de ansiedad (8,4%), por trastornos somatomorfos (7,3%), mientras que los relacionados con el alcohol subieron un 7,6%.

Estos datos pertenecen al estudio más completo que se ha hecho hasta ahora de los efectos de la crisis en la salud mental de los españoles, elaborado por un equipo de investigadores de la Universidad de las Islas Baleares, y que fue publicado el pasado abril en la revista «European Journal of Public Health». 

Pero los problemas de salud no siempre dan la cara a la primera.

«Lo habitual es que lleguen con trastornos psicosomáticos como mareos, nervios, hormigueos, insomnio... pero, cuando uno investiga, aparece el conflicto de base, que suele ser la pérdida de trabajo», explica a ABC el doctor Federico Jiménez, médico de atención primaria y miembro de Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc).

El galeno destaca que a la persona que sufre desempleo, por lo general, le cuesta pedir ayuda y que suele ser un familiar el que acaba comentando la situación en la consulta.


Miedo a pedir la baja


El pánico a perder el trabajo llega hasta tal punto, que se ha pasado del ausentismo al presentismo laboral.

La media de la duración de las bajas se ha reducido a la mitad desde 2007, año en el que comenzó la crisis económica, de acuerdo con un estudio presentado en el último Congreso de la Semfyc el pasado Junio.

«Hay personas con lumbalgias serias que necesitan la baja laboral y no la quieren porque tienen miedo a que los despidan. Yo estoy empezando a preguntar primero a los pacientes si pueden tomársela antes de dársela», cuenta Jiménez.

La doctora Abizanda va más allá y advierte del peligro de contagios entre compañeros cuando alguno sufre, por ejemplo, una infección respiratoria y no puede o no quiere quedarse en casa dos o tres días para recuperarse completamente.

Donde también pueden notar los españoles los efectos de la crisis es en su vida sexual.

«Cuando una persona tiene problemas o conflictos internos y externos como por ejemplo, el no tener ingresos, estar en paro o pensar que pueden despedirle del trabajo, repercute sin duda en su deseo y en su estado de ánimo, disminuyendo la frecuencia y la calidad de las relaciones sexuales», aseguraba el doctor Vicente Bataller, sexólogo, psicoterapeuta y presidente de Sexólogos Sin Fronteras, durante la presentación del Estudio Europeo sobre Satisfacción Sexual 2012 realizado por Pfizer. 


Una alimentación menos cuidada


Los más pequeños de la casa tampoco escapan de las consecuencias de una situación económica complicada.

«Estamos viendo que los consejos nutricionales que se dan a los padres para que los niños tengan mejor desarrollo se están cumpliendo peor porque hay menos dinero para una alimentación adecuada», advierte Antonio Nieto, Vicepresidente de la Asociación Española de Pediatría (AEP). 

Precisamente la obesidad es otro de los daños colaterales de esta situación.

Es una de las conclusiones del Informe Generación XXL, realizado por Ipsos.

El estudio indica que en varios países la crisis ha empujado a los consumidores a buscar productos más económicos y menos nutritivos.

El 17% de los encuestados apuntó que una de las principales barreras para llevar un estilo de vida saludable es que les resulta caro. 

«Las dietas hipercalóricas son más baratas que las hipeproteícas. Un entrecot es más caro que una hamburguesa y unas patatas más económicas que otras verduras más nutritivas. La misma ansiedad y depresión también pueden provocar que se engorde», advierte la doctora Abizanda, que destaca los riesgos de una mala alimentación, especialmente en el caso de los niños, ya que puede afectar a su desarrollo físico y psicológico.


(Fuente : abc.es)

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