20 de enero de 2013

ARGENTINA - SANTA CRUZ - PARA HACER FUNCIONAR UNA NUEVA CENTRAL TERMOELÉCTRICA QUE COSTÓ 7.000 MILLONES DE DÓLARES, DEBERÁN IMPORTAR CARBÓN DE SUDÁFRICA Y COLOMBIA POR MILES DE MILLONES ANUALES





ARGENTINA KIRCHNERISTA : EL PAÍS DONDE TODO SE IMPORTA Y POCO SE PRODUCE


EL KIRCHNERISMO GASTÓ CIENTOS DE MILLONES DE DÓLARES EN UNA CENTRAL TERMOELÉCTRICA QUE FUNCIONA A CARBÓN


PERO COMO EL PAÍS PRODUCE POCO CARBÓN DEBERÁ IMPORTAR CASI TODA LA MATERIA PRIMA DE SUDÁFRICA Y COLOMBIA


ANTES DE LA LLEGADA DEL KIRCHNERISMO AL PODER, ARGENTINA ERA EXPORTADOR DE ENERGÍA Y HOY GASTA MILES DE MILLONES DE DÓLARES EN IMPORTARLA


PARTE DE LA DRAMÁTICA ESCASEZ DE DIVISAS QUE CAUSÓ EL "CEPO O CORRALITO CAMBIARIO" SE DEBE AL "MODELO IMPRODUCTIVO KIRCHNERISTA"




¿ OTRO NEGOCIADO MÁS DEL KIRCHNERISMO ?


DICEN QUE POR FALTA DE CARBÓN Y DIVISAS LA CENTRAL ELECTRICA DE RÍO TURBIO JAMÁS FUNCIONARÁ ...



Río Turbio:

Una usina a carbón que quema dinero



El Gobierno invirtió US$ 700 millones en una central termoeléctrica que debería ser abastecida por la mina, pero el yacimiento no está en condiciones de lograrlo



Por Mariela Arias y Diego Cabot


RÍO TURBIO.- Muy lejos de los centros urbanos más poblados y a pocos kilómetros de la frontera con Chile, la Argentina construye una megaobra.

Hay que viajar 2794 kilómetros desde Buenos Aires para llegar a Río Turbio.

Allí se implanta la central termoeléctrica más grande que se levanta en el país.

La monumental obra, emplazada a metros de la mina de carbón, la estatal Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT), fue diseñada para funcionar únicamente a base de ese mineral.

La megausina se va a terminar a mediados de año, dependerá de la crudeza o no del invierno.

Los cables de alta tensión para que esté interconectada a la red federal llegan con algo de atraso, pero ya están cerca.

Se habrán invertido algo más de 1500 millones de dólares.

Pero hay un detalle: así como están las cosas, no hay carbón para que la central funcione.

LA NACION recorrió los casi 2800 kilómetros para comprobar cómo evoluciona uno de los territorios a los que el kirchnerismo más dinero le destinó en los últimos años.

En 2004, cuando Néstor Kirchner, nacido y criado en Santa Cruz era Presidente, la mina vivió su tragedia más importante: 14 mineros murieron por un incendio en una de las galerías.

Kirchner decidió acallar las voces que lo criticaban en el pueblo bendiciéndolos con una fortuna para subsidiar YCRT y, además, les dio el gusto con un viejo anhelo: construir una usina que dotara de sentido a la carbonífera, una empresa que vende poco del mineral que extrae.

Cuando en Octubre de 2013 prenda sus motores la Central Termoeléctrica Río Turbio, se habrán invertido algo más de 2850 millones de pesos, a lo que hay que sumar 4000 millones destinados a llegar con el Sistema Interconectado Federal a la usina.

Una cinta transportadora de cinco kilómetros que pasa por las bocas de las minas y llega a la central, ya instalada, girará para llevar 1.200.000 toneladas anuales de carbón que consumirán las calderas.

¿Cuál es el problema entonces?

Que tal como está la mina, no habrá carbón suficiente como para mantener encendidos los quemadores de la central.

YCRT, una empresa conducida por un interventor, Atanasio Pérez Osuna, pero cuyos hilos manejan el Ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, y el Subsecretario de Coordinación, Roberto Baratta, extrajo el año pasado 190.000 toneladas de carbón.

Sólo alcanza para que la termoeléctrica opere dos meses.

¿Qué pasó?

Pasaron ocho años desde que el Estado empezó la reactivación de la mina, después de años de abandono, y no se hizo mucho.

Pero la falta de planificación, de una gestión profesional y el peso de los sueldos en los balances postergaron las inversiones por años. Ahora, con la central a tornillos de ser terminada, se evidencia el avance desigual.

No habrá carbón y no son pocos los que aventuran en el ríspido pueblo que habrá que importarlo para darle de comer a la central.

O en su caso, dejarla sin funcionar.

Hablan de importar carbón desde Colombia o Sudáfrica, para lo cual sería necesario readecuar el puerto de Punta Loyola, a 258 kilómetros sobre la costa.

La buena o mala fortuna que corrió la empresa -tanto estatal como privatizada- marcó y marcará la vida de las 25.000 personas que viven entre Río Turbio, 28 de Noviembre y Julia Doufour.

Es una economía de enclave, todo se mueve alrededor de "la empresa", como todos la nombran.

Isolux es la firma que ganó la licitación para la construcción de la central.

No quisieron hablar, pero sí accedieron a que LA NACION recorriera la obra.

Alrededor de 720 personas y 18 subcontratistas trabajan en esta especie de mecano gigante.

Son dos turbinas de 120 MW fabricadas y colocadas por Siemens.

Ya están listas. Las calderas que quemarán carbón son de las más evolucionadas que hay en el mercado.

Fabricadas en Estados Unidos, están preparadas para que junto con el carbón ingrese caliza y así formen una ceniza tipo yeso que luego puede ser usada en la construcción.

Cerca de la obra dicen que los planteos ambientales no tienen sustento, justamente por el tipo de calderas y por el sistema de almacenaje que impide que vuelen cenizas.

Ya hay sectores de la maquinaria en etapa de prueba. Otros, en la fase final de montaje. ¿Habrá carbón? Pregunta LA NACION. Todos abren los ojos y permanecen callados.

En el yacimiento, los tiempos y los números son distintos. La central fue sólo concebida para que la mina tenga un comprador cautivo. El comprador está; el vendedor no tiene producto.

Emilio Martínez fue el segundo de YCRT. Apenas pasó los 50 años y ya está jubilado. Comparte sus días en el centro de jubilados del personal jerárquico. Cuenta que la central no puede ser abastecida por la mina : 

"Ahora está llegando instrumental. Pero no hay planificación. Es una barbaridad la plata que se mete ahí adentro y no se produce.
Le digo algo, es más barato que la central queme lingotes de oro que el carbón de Río Turbio. Me duele decirlo, pero es así", ilustra.

A su lado, Mario Suárez, un ex Jefe de ingeniería, coincide: no hay posibilidades de extraer semejante cantidad de mineral con esta planificación:

"La preparación de la mina está 15 años atrasada. Jamás se trabajó mirando los costos. Es una barbaridad".

Los números de YCRT hablan por sí solos. LA NACION accedió a todos sus balances desde 2006, publicados en el Ministerio de Economía, y de allí se desprende que la inversión quedó relegada.

En 2012, el Estado transfirió $ 1300 millones a ese rincón patagónico.

En 2011, las entrañas de la mina recibieron subsidios por 1112 millones.

Los ingresos por ventas de carbón sumaron $ 8,2 millones, es decir, menos del 1% de lo que necesitó para sostenerse, y los sueldos se llevaron 831 millones.

La inversión real directa fue de 127 millones de pesos, 10% del presupuesto total. En 2006, ese rubro implicaba casi 50% de los recursos.

Desde 2006, la inversión en bienes de capital fue de $ 917 millones y se mantuvo en valores promedio estables desde entonces; las remuneraciones pasaron de $ 74 millones en 2006 a 831 millones en 2011.

Según datos de la Asociación Argentina de Presupuesto, este año la cuenta estaría 20% por encima que aquella.

En un medio local, Osuna Pérez reconoció que se tomaron 100 empleados, sumarán 70 por mes desde Febrero y que hay una larga lista de espera.

El aumento de la plantilla no es casual.

Kirchner les dio un beneficio a los trabajadores mineros en 2007: bajó la jornada de trabajo de ocho a seis horas.

Además, de seis días a la semana de producción en la mina se bajó a cinco.

No sólo esos trabajadores lograron algunos beneficios.

Los empleados de que trabajan en la central y que pertenecen a la Uocra no pagan Ganancias.

Como sus sueldos sobrepasan con creces el mínimo no imponible ($ 5782), forzaron a sus contratistas a que se hagan cargo del impuesto. Y lo lograron: hoy no tienen descuentos por ese ítem, al igual que los constructores de otra generadora, Atucha II.

En Julio de 2011, la Presidenta Cristina Kirchner llegó a Río Turbio a hacer una inauguración de la central aún no terminada.

Eran tiempos de campaña presidencial y cualquier válvula que se coloca sirve para cortar cintas.

Si no fuera porque el puerto es para descarga y no para operaciones de carga, se podría utilizar para traer carbón desde de Sudáfrica o Colombia, los proveedores de la otra central de este tipo ubicada en San Nicolás. 


(Fuente : lanacion.com.ar)

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