16 de junio de 2012

ARGENTINA :LAS FACTURAS DE ELECTRICIDAD INFORMAN DATOS FALSOS BRINDADOS POR EL GOBIERNO

EL GOBIERNO ARGENTINO DESEA HACER CREER A LOS ARGENTINOS QUE PAGAN MUY POCO POR EL SERVICIO ELÉCTRICO


POR ESO,  EN LAS FACTURAS DE LUZ BRINDAN DATOS FALSOS ACERCA DE LOS PRECIOS DEL SERVICIO EN OTROS PAÍSES


LA IDEA DEL KIRCHNERISMO ES PREPARAR MENTALMENTE A LOS USUARIOS PARA QUE RECIBAN LOS "TARIFAZOS" CON RESIGNACIÓN Y SIN "CACEROLAZOS"


Desprolijidades en las boletas




Las facturas de luz llegan a los hogares con datos erróneos




Sugieren que lo que se paga sin subsidio sigue siendo mucho menos que en otros países o en el interior

Por Florencia Donovan



Muchos consumidores se deben haber sorprendido cuando recibieron sus boletas de luz este mes.

Pero no sólo porque el costo del servicio se les duplicó o hasta cuadriplicó sin el subsidio del Estado nacional, sino porque en los cuadros comparativos que figuran en todas las boletas y que muestran cuánto pagaría el mismo consumidor si viviera en Córdoba, Santa Fe, Brasil, Uruguay y Chile aparecen datos erróneos.

Por lo pronto, de las facturas se desprende que la electricidad en estos otros lugares se encareció hasta un 300 por ciento en el mismo período. 

Así, en términos relativos, incluso en aquellas boletas que llegaron sin subsidio del Estado nacional, el costo de la energía en Buenos Aires parecería seguir siendo mucho más barata que en otras ciudades.

Por ejemplo, según Edesur, se está pagando hasta 13 veces menos que en Montevideo, 9 veces menos que en San Pablo u 8,5 veces menos que en Santiago de Chile, exactamente la misma relación que existía cuando estaba el subsidio vigente.

Pero, en rigor, tanto las facturas de Edenor como las de Edesur contienen cuadros comparativos con valores que no se condicen con los precios que presentaban el bimestre anterior, y que parecen alejarse mucho de los precios reales que se cobran en San Pablo, Santiago de Chile o Montevideo, para citar algunos ejemplos.

De hecho, según confirmó LA NACION con sus corresponsales en el exterior, en ninguna de estas ciudades la electricidad subió en el período en consideración más del 9%, pese a que según la información provista por Edenor y Edesur se habrían dado subas del 50, 80 o hasta el 300%, según el caso.

Las distribuidoras de electricidad arman estos cuadros comparativos de la ciudades en función de un coeficiente que elabora el Entre Regulador de la Electricidad (ENRE), según aclaran ambas compañías en una leyenda impresa en las boletas.

Consultadas al respecto, las compañías no tuvieron una única explicación para este fenómeno.

En Edesur admitieron que existía un "error de facturación", debido a que como el ENRE les habría entregado los nuevos coeficientes para las boletas sin subsidio en Febrero, no habían "llegado a tiempo a actualizar los sistemas para las facturas que emitieron en Marzo", pero aseguraron que esto se corregiría el próximo vencimiento.

Mientras que voceros de Edenor esgrimieron directamente que, entre un mes y el otro, "el ENRE hizo un cambio en la forma de calcular el cuadro tarifario: en Enero se multiplicaba el valor final de la factura (que podía incluir una deuda, estar alcanzado por el plan de ahorro energético llamado "Puree", entre otros conceptos) por un coeficiente, mientras que ahora sólo se toma en cuenta el consumo sin subsidio para multiplicar".

LA NACION se comunicó con el ENRE y voceros del ente regulador dijeron que no harían comentarios sobre el tema.

Lo que dice la ley

Esteban Rópolo, socio del estudio Baker & McKenzie y especialista en derecho al consumidor, advierte que, de existir un error en las facturas, las empresas estarían infringiendo el artículo 4° de la ley de defensa del consumidor (N° 24.240).

Según explica, la ley obliga a brindar información completa y veraz al consumidor sobre los servicios que se le están dando, tanto en lo que hace a precios como cantidades.

"Si acá están incluyendo en la factura cierta información comparativa que no es verídica, claramente estarían enviándole al consumidor una información falsa, que le puede llevar al consumidor, por ejemplo, a pensar que está pagando poco", sentencia Rópolo.

Bernardo Saravia Frías, socio de Saravia Frías, Mazzinghi Abogados va aún más allá: "Es un servicio público lo que llevan adelante, con lo cual el delito es todavía más grave, porque el consumidor no tiene manera de elegir otro proveedor que le dé un servicio. Si lo hicieron a sabiendas y hay dolo, es una estafa".

Al ENRE, en tanto, le cabe una responsabilidad no menor, considerando que es el ente de control y el encargado de velar por los derechos del consumidor.

"Si [el ENRE] conoce las circunstancias y hay dolo, es gravísimo; está engañando al consumidor que debe proteger como órgano de control, o están siendo cómplices cuanto menos", opina Saravia Frías.

 "Si el ENRE no sabía nada, lo grave es la negligencia", agrega el abogado..

(Fuente : diario La Nación de Buenos Aires)

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